Les soy sincero la lectura emocionalmente no me hizo sentir nada
Después de realizar la lectura lo primero que recordé cuando inicie dando clases es un subdirector que solamente tenía las intenciones de que fracasara mandándome a los grupos más conflictivos, quizá en aquel tiempo me pase de enérgico ( o de listo) ya que la disciplina la impuse como a la gente que está a mi cargo en las obras, al paso del tiempo me di cuenta de que me respetaban por miedo y no, por lo que yo les enseñara, logre cambiar la actitud hasta lograr separar el comportamiento dentro de una empresa a una institución educativa, ahora ya me respetan, pero por lo que les puedo enseñar y por la forma en que los trato, me identifique en la parte que maneja la lectura en donde hay que volverse más humano, en donde al alumno hay que enseñarlo a pensar y recapacitar con respecto a su vida .
Otro punto que me hizo recordar es que al inicio los presionaba demasiado, quería que aprendieran rápido, me desesperaban y me sacaban de quicio de que esto no sucedía, había ocasiones en que por esta razón ya no estaba a gusto , esto poco a poco fue mejorando, me sucedió lo que dijo Esteve, hay que situarse en la realidad y enseñar de a cuerdo a la población a la cual va dirigida, deje a un lado el sentirme que lo sabía todo e inicie como si estuviese aprendiendo a la par de ellos, otro punto en que coincidí con la lectura es que he preparado la clase y el temario en la marcha, no tengo apuntes establecidos, esto me obliga a estudiar.
Lo anterior me demuestra que yo también pertenezco al grupo que aprendió y está aprendiendo mediante acierto y error.
También lo acepto utilizaba el mismo tono de voz durante toda la clase y no realizaba cambios de tonalidad, esto hacia que los alumnos en lugar de estar atentos se empezaban a aburrir.
Otro punto que aprendí es hacer mas ademanes con las manos, ser más expresivo y no quedarme en un solo lugar del salón de clases sino andar caminando entre las filas.
Hoy es día que me siento orgulloso de ser docente, he logrado corregir varios de los errores que cometí al inicio de la docencia, siendo que todavía tengo que corregir muchos ya que en esta vida nadie somos perfectos y diariamente aprendemos algo nuevo.
Y comprendí algo más de la lectura de José M. Esteve, me falta mucho camino que recorrer para alcanzar la “libertad de ser profesor”
Después de realizar la lectura lo primero que recordé cuando inicie dando clases es un subdirector que solamente tenía las intenciones de que fracasara mandándome a los grupos más conflictivos, quizá en aquel tiempo me pase de enérgico ( o de listo) ya que la disciplina la impuse como a la gente que está a mi cargo en las obras, al paso del tiempo me di cuenta de que me respetaban por miedo y no, por lo que yo les enseñara, logre cambiar la actitud hasta lograr separar el comportamiento dentro de una empresa a una institución educativa, ahora ya me respetan, pero por lo que les puedo enseñar y por la forma en que los trato, me identifique en la parte que maneja la lectura en donde hay que volverse más humano, en donde al alumno hay que enseñarlo a pensar y recapacitar con respecto a su vida .
Otro punto que me hizo recordar es que al inicio los presionaba demasiado, quería que aprendieran rápido, me desesperaban y me sacaban de quicio de que esto no sucedía, había ocasiones en que por esta razón ya no estaba a gusto , esto poco a poco fue mejorando, me sucedió lo que dijo Esteve, hay que situarse en la realidad y enseñar de a cuerdo a la población a la cual va dirigida, deje a un lado el sentirme que lo sabía todo e inicie como si estuviese aprendiendo a la par de ellos, otro punto en que coincidí con la lectura es que he preparado la clase y el temario en la marcha, no tengo apuntes establecidos, esto me obliga a estudiar.
Lo anterior me demuestra que yo también pertenezco al grupo que aprendió y está aprendiendo mediante acierto y error.
También lo acepto utilizaba el mismo tono de voz durante toda la clase y no realizaba cambios de tonalidad, esto hacia que los alumnos en lugar de estar atentos se empezaban a aburrir.
Otro punto que aprendí es hacer mas ademanes con las manos, ser más expresivo y no quedarme en un solo lugar del salón de clases sino andar caminando entre las filas.
Hoy es día que me siento orgulloso de ser docente, he logrado corregir varios de los errores que cometí al inicio de la docencia, siendo que todavía tengo que corregir muchos ya que en esta vida nadie somos perfectos y diariamente aprendemos algo nuevo.
Y comprendí algo más de la lectura de José M. Esteve, me falta mucho camino que recorrer para alcanzar la “libertad de ser profesor”
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